Es fácil recibir un mordisco de un gato o ser arañado por él. Pasamos una buena parte del tiempo con ellos y es importante saber que un mordisco, sobre todo de un gato, no debe tomarse a la ligera. Hay cosas que es necesario saber.
Enfermedades que podemos contraer
El mejor de los casos es que nos haya mordido o arañado nuestra propia mascota, ya que si nos ha mordido un gato callejero o el animal de un vecino, no podemos estar seguro de cuantas bacterias o enfermedades es portador el animal. Los cachorros de gatos pueden transmitir una infección bacteriana conocida como enfermedad del arañazo de gato, aún cuando parezca solamente un rasguño.
La rabia ya es muy rara de encontrar en España y normalmente todos los países tienen vacunas para la enfermedad, así como el tétanos, pero son vacunas que necesitan reactivación aún si ya la hemos recibido. Nunca se puede estar suficientemente seguro ante enfermedades mortales. El listado de infecciones que pueden tener las uñas de un gato callejero que nos arañe es inmenso, aunque cualquier animal sin la vacunación e higienización adecuadas, es potencialmente peligroso.
Las personas normalmente temen a los mordiscos de los perros por la extensión que tiene el mordisco o el desgarro que provocan, sin embargo el mordisco de un gato puede ser mucho más peligroso, y en la mayoría de los casos lo es sin lugar a dudas.
El mordisco de un gato penetra mucho más profundamente que el del perro por la agudeza de sus dientes. También es peligroso considerarla poco grave ya que los mordiscos de gato se ven igual si son superficiales o profundas.
Lo que debemos hacer
Si el mordisco es en la mano, como frecuentemente sucede con los gatos, cualquier bacteria puede propagarse rápidamente debido a las características anatómicas de nuestro cuerpo. En caso de sangrado profuso lo necesario es aplicar presión sobre la herida para detener la sangre.
Si ha sido un animal callejero, observa la zona donde ha ocurrido para en caso de necesitar luego capturar y observar el animal, tener claro donde poder encontrarlo. Esta operación nunca debes hacerla tú mismo. Siempre acudiremos a profesionales.
Lo primero que haremos será, en la medida de tus posibilidades, lavar con abundante agua y jabón todo el mordisco, en la herida y alrededores, para eliminar los restos de saliva. Luego podrás aplicar cualquier desinfectante, agua oxigenada o alcohol sobre la herida.
Atención médica
Después de haberte asegurado de que está limpia (o aunque no hayas podido limpiarla) acudiremos inmediatamente al médico. Esto no podemos evitarlo nunca, ya que en el peor escenario puede significar la diferencia entre vivir y la muerte.
El médico de emergencias puede valorar si necesita limpiar, coser o intervenir de otra manera la mordedura. También puede requerir antibióticos y casi obligatoriamente deberá indicarte vacunas para tétanos y rabia.
Tu mascota puede morderte y arañarte muchas veces durante toda su vida. Debes enseñarlo adecuadamente que esta práctica no es buena, para que deje de hacerlo. La mayoría de las veces no será nada si has atendido adecuadamente al animal en cuanto a higiene, vacunas, alimentación y revisiones del veterinario.