La separación de tu nuevo gatico de su madre, así como la llegada a tu casa, es decir, a su nuevo hogar, son momentos claves en la vida de este pequeño felino. La forma en que manejes y supervises estas acciones influirá, de manera positiva o negativa, en la posterior conducta de tu mascota.

La socialización de un gato se inicia a partir de su nacimiento. En esa primera etapa, el minino asumirá conductas, conocimientos y actitudes innatas, a través de la imitación de su madre. De ella aprenderá cómo comer, lamerse y algo muy importante, a no temer a los humanos. Claro, esto último sucederá si se trata de una gata doméstica que vive en armonía con sus dueños.

Debes saber que durante los primeros meses de vida del gato se definen su carácter, comportamiento y manera de relacionarse con otros animales. Como su dueño, recae en ti la responsabilidad de que estos aspectos se desarrollen de manera favorable.

UN NUEVO HOGAR

Tener a un gato de mascota no solo implica conocer las normas higiénicas y los ciclos de vacunación que requiere. Es necesario que en tu casa tengas las condicione necesarias para  garantizarle un entorno adecuado.

El temor de tu gato, ante un nuevo hogar, puedes calmarlo mostrándole un espacio agradable. De tal forma, debes permitir que explore su nueva casa y tener para él un lugar caliente, cómodo y desde el que pueda controlar, visualmente, el territorio.

Si en la casa vive otro animal, procura que se conozcan de forma paulatina. Además de asegurar el acercamiento bajo tu supervisión, ubica a la mascota recién llegada en una habitación para que ambos se familiaricen con los olores.

Asimismo, no debes olvidar proporcionarle al gatico bebederos y comederos propios, así como mostrarle afecto a tu antiguo animal. Tus mascotas no deben sentir nunca la necesidad de competir por el amor de su dueño y la ingestión de alimentos.

PARA SOCIALIZAR MEJOR

Durante los primeros seis meses de vida el gato es muy receptivo. Por tal motivo, es en esta etapa en la que debes enseñarle conductas como no subirse a la mesa y acudir a la bandeja sanitaria.

Entre la segunda y séptima semana de vida es importante estimular al gato para despertar su inteligencia. Para lograr esto, debes proporcionarle juguetes como pelotas, cajas de cartón, pedazos de madera para escalar y objetos grandes para esconderse dentro de ellos. Tu mascota preferirá los que pueda mover para correr detrás de ellos.

Para facilitar la adaptación de tu minino a su entorno utiliza la variación de sonidos. A través de la televisión o reproductores de música puedes proporcionarle gritos de niños, ritmos, ladridos, ruidos de carros, etc.

En la socialización de tu gatico influye, además de los juegos, la relación con otras especies como los perros. Para que tu gato (una vez adulto) sea agradable con tus amigos debes asegurarte que desde pequeño sea tocado y acariciado por ti y otras personas.

Es probable que, cuando el gato llegue a tu casa tenga entre ocho y 12 semanas de vida. Para calmarlo y brindarle confianza debes, además, acariciarlo con suavidad, y hablarle en un tono suave. No olvides mostrarle  dónde están su comida y su bandeja.

Por su parte, la socialización del gato con los niños debe realizarse también desde los primeros meses. Recuerda que los niños poseen comportamientos diferentes a los adultos, y sus juegos y gritos pueden asustar a tu mascota. El proceso de aceptación entre el minino y los niños lo realizarás de manera paulatina y bajo supervisión.

ANIMAL SOCIABLE

El gato es un animal sociable, aunque sus patrones de conducta no han sido estudiados tanto como los del perro. Existen muchas colonias de gatas hembras, que suelen estar relacionadas entre sí. Aunque los mininos machos suelen dejar el grupo, regresan a él para aparearse.

Asimismo, se pueden encontrar colonias de gatos salvajes en lugares donde la comida sea abundante y se comparta. Los gatos del mismo grupo se lamen entre sí y se marcan rozándose unos con otros.

No obstante, tienes la posibilidad de aumentar sus probabilidades de tener un gato sociable. Para ello, antes de escoger a su mascota identifique la familia de la cual proviene, así como si en ese lugar se ha expuesto al contacto con personas y otros animales.

De igual forma, los gatitos obtenidos de un criador o un hogar donde se les haya brindado afecto y caricias desde su nacimiento, tienden a ser más sociables.

EXPERIENCIAS TEMPRANAS DEL GATITO

A partir de la personalidad y experiencias tempranas del gatito, este disfrutará, aceptará o rechazará ciertos tipos de manejo, desde caricias hasta el baño. Para lograr comportamientos positivos es importante que el pequeño felino tenga referentes agradables, en lugar de recuerdos relacionados con el castigo físico.

Para educar a tu gato, inicia las sesiones con pequeñas recompensas. Cuando el gato relacione la comida con el aprendizaje podrás aumentar la intensidad y duración de los encuentros. A través de esta estrategia lo puedes ayudar a acostumbrarse a actividades como el cepillado de los dientes, y el corte de uñas.

Debes recordar además que la disciplina física puede contribuir a que el gato se asuste cuando lo traten de coger o cargar.

Un buen proceso de socialización, desde que el gato es pequeño, contribuye a que una vez adulto, el minino presente acertadas relaciones con los humanos y sea, por tanto, una excelente compañía.