Hola buenos días/tardes/noches.
Tengo un problema algo urgente, se trata de una gatita adulta de 5 años que adopté.
Se llama Puca, una Persa Angora Turca, quien vivía con una familia feliz, pero se torcieron las cosas, el dueño al que tanto quería tuvo un segundo hijo, y no solo eso, si no que no podía hacerse cargo de ella, ya que está semana sin pasarse por casa y sufre por el pobre animal, porque no puede estar con ella, excepto cuando vuelve por las noches, y la mujer, está pendiente de las tareas de casa y de la hija mayor y del bebe, con lo cual, el dueño, aunque la quisiera decidió darla en adopción, para que dejara de estar sola, el dueño al describía como tranquila, cariñosa y dispuesta a jugar, pero cuando se picaba ya no quería nada, también que es paciente con los niños, y nunca les araña, siempre les da un aviso con un golpe con la patita.
Tras adoptarla la trajimos a casa, primero la dejamos en el salón (fallo nuestro), porque tuvimos que forzarla a salir de su escondite (cosa muy mala para los gatos gatos) porque al día siguiente venía la familia y no queríamos que la viesen, pensábamos que iba a ser para ella un bombazo que al dia siguiente viniera parte de nuestra familia a comer y tomar un café.
La cambiamos a la antigua habitación de mi hija (que se independizó), donde allí estaría tranquila, ya que tengo 2 gatos, Silvestre, un gato callejero de 4 años, muy dulce y tranquilo y asustadizo, al cual castramos, tras llegar la segunda, una gata persa blanca llamada Perla de casi 2 años muy tranquila y mimosa, quien llegó echa unos zorros, no quiero imaginar como la tratarían los dueños...
Ambos gatos los separamos de esta gata, tras una semana la gata no nos deja tocarla todavía, hace el gesto de aviso que he dicho antes, mi hijo de 17 años es quien le pone la comida, el agua y cambia la arena, ciertamente a el le tiene mas consentido a acercarse, le deja acercar su nariz a su hocico, pero, no deja tocarla, como no veíamos cambio, mi hijo dijo que la dejáramos mas tiempo, ya que es un adulto y con los adultos hay que tener mas paciencia, pero yo decidí que ya era hora de que empezara a conocer a los otros gatos, ya que si quería conocer la casa, debería conocer a los otros gatos, la cosa es que las dos hembras cuando se ven, se quedan quietas, pero pasan olímpicamente la una de la otra, pero Silvestre, va a su acecho, no le hemos visto arañarla ni bufarla, pero dice mi hijo que lo vio acercarse a ella de una manera imponente y algo desafiante ignorando los bufidos que le hacia hasta arrinconarla en una esquina de la habitación donde estaba, mi hijo echó e la habitación a Silvestre con solo decir con voz alta su nombre y señalar la puerta, acto seguido cerramos la puerta, para que estuviera un poco tranquila, y ella rato después arañaba la puerta flojito, como señal de que quería salir, le abrimos, y nos bufó, mi hijo me dijo que fué el susto ya que estaba intranquila de la anterior situación, así que poco después de que volviera a su habitación, cerramos la puerta.
En el día de hoy... mi hijo le ha puesto la comida y tal, y bueno, se muestra como siempre, no se deja tocar... No sabemos que hacer, yo, ya os digo que no sé que pensar.