Son muchos los dueños de gatos que se quejan por lo ruidosos que son sus mascotas. Si bien sabemos que los gatos se comunican a través de los maullidos, el tema de los gatos ruidosos es algo diferente ya que los maullidos son más extensos y molestos, sobre todo cuando se presentan en la noche.
Son varias las razones por las cuales nuestros gatos pueden presentar episodios de maullidos extensos, aunque en general la razón de estos maullidos es llamar la atención.
Otras de las razones que pueden provocar estos maullidos son el aburrimiento o el estrés. Igualmente pueden ser llamadas a otros gatos o llamadas para salir o entrar a casa o a alguna habitación.
Por último aclarar que hay veces en que los maullidos pueden ser causados por el dolor, ya sea por alguna enfermedad, un dolor intenso que siente el animal, etc. Por ello hay que tener mucho cuidado si los maullidos se repiten durante varios días seguidos y se presenta inactividad en el gato.
En el caso de que te sientas preocupado y creas que la razón del maullido excesivo de tu mascota es una enfermedad, el mejor consejo es que acudas rápidamente al veterinario para que haga un diagnóstico del estado del gato.
Si crees que es aburrimiento o estrés debes ayudar a tu mascota a relajarse con juegos y prestarle atención. Este mismo tratamiento sirve en el caso de que el gato maúlle por llamar a otros gatos. Lo mejor es quemar muchas energías durante el día con juegos y actividades para que en la noche duerma y no note la ausencia de otros felinos.
Si lo que el gato reclama es atención, acarícialo suavemente como a un bebé hasta que se tranquilice. Recuerda que la mayoría de casos en los que se presentan casos de gatos maulladores o ruidosos es porque solicitan atención.
En todo caso es muy importante poner unos límites a los maullidos ya que puede ocurrir que después de descartar enfermedad y de que se hayan seguido los anteriores consejos el gato siga maullando sin parar.
En estos casos el límite es no ceder e ignorarlo. También se puede usar la técnica de rociarle con agua cuando maúlle, pero sin que se dé cuenta que eres tú quien lo moja.
En el caso de comportarse bien y estar callado es el momento de premiarlo con caricias y juegos.