El gato doméstico es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. La palabra proviene del bajo latín cattus (gato salvaje). Esa palabra podría venir del verbo cattare que significaría acechar. Como vemos este felino estaba considerado como un cazador que acechaba a su presa.
El gato doméstico Felis silvestris catus está muy cerca del gato salvaje europeo (Felis silvestris silvestris) y del gato salvaje africano (Felis silvestris libyca). Según la mayor parte de los zoólogos contemporáneos, estos tres tipos de gatos forman una única especie: la Felis silvestris.
Una raza de gato puede ser natural como ocurre con la raza siamesa, por ejemplo, puede haber sido creada por el hombre cruzando diferentes gatos hasta conseguir el físico deseado como en el caso del Ragdoll, o puede incluso provenir de cruces entre gatos salvajes y gatos domésticos. Este último caso es de por ejemplo los gatos bengalíes, y se llaman razas híbridas.
El primer inventario de las razas de gatos lo realizó el médico y naturalista sueco Carlos Linneo en el libro “Systema naturae” en el Siglo XVIII. Allí dividía a los gatos en cuatro grandes razas: el gato doméstico (Catus domesticus), el gato de Ángora (Catus angorensis), el gato español (Catus hispanicus) y el gato Chartreux (Catus coeruleus).
Posteriormente Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, en su libro “Histoire naturelle”, cuenta hasta seis grandes razas. Según palabras del propio libro existían “el gato salvaje, el gato doméstico de labios y plantas de los pies negras, el gato doméstico de labios rojos, el gato doméstico llamado gato español, el gato doméstico conocido como gato Chartreux y el gato doméstico originario de Angora”.
Esta clasificación permanecerá hasta mediados del S.XIX, cuando la felinotecnia moderna en Inglaterra modificó este orden. El Tratado de Zootecnia especial de Charle Cornevin publicado en 1897 añade a la lista una raza de gato chino de orejas caídas muy parecido al Scottish Fold, una raza japonesa parecida al actual Bobtail japonés, y una raza sin cola que actualmente conocemos como Manx.
La raza española desapareció a principios del siglo XX y se incorporó al gato doméstico, la raza china parecida al Scottish Fold también desapareció, pero se añadieron otras como las razas persa y abisinio. Así tenemos que en el año 1900 existían tan solo 8 razas. Pero poco a poco el número aumentó hasta casi el centenar de razas que conocemos hoy.
Las exposiciones y los concursos felinos son los principales responsables de este desarrollo en las razas. La primera exposición se celebró en Winchester (Inglaterra) en el año 1598. Pero la primera exposición felina moderna se organizó en Londres, en 1871, y en ella se presentaron más de 170 gatos repartidos en las categorías Persas y British Shorthair. Esta exposición marca el inicio de la definición de los estándares de las razas.