Si tenéis un gato en vuestra familia o estáis pensando en adoptar uno, es probable que queráis ayudarle a tener un buen comportamiento para mejorar la relación con toda la familia. A continuación te damos algunos consejos para educar a un gato para que no muerda ni arañe, y conseguir de esta forma que la convivencia con la familia y con las visitas sea mucho más satisfactoria para todos.

Consejos para educar un gato para que no muerda

Si tu gato se está acostumbrando a morder las cosas en casa o a las personas conforme va creciendo, o lo has adoptado de adulto y ya ha llegado con eta manía a casa, uno de los principales consejos que dan los expertos es que debes tratar de redirigir estas energías de morder y arañar hacia un objeto específico, como un rascador.

Para los gatos arañar es algo natural, necesitan estimular sus garras y marcar su territorio, pero si no tienen un objeto concreto con lo que hacerlo, lo normal es que acaben arañando cualquier objeto en casa, o incluso a vosotros, porque para ellos la agresión jugando también es algo normal. De esta manera, cada vez que saque las garras debes redirigirle hacia el rascador o hacia sus juguetes.

Si le conoces un poco y le dedicas tiempo, enseguida te darás cuenta de cuándo está pensando en saltar y arañar, con lo que éste será el momento perfecto para redirigir sus energías hacia el rascador.

Si tienes varios gatos, todos ellos deben tener su propio rascador, para poder mantener los arañazos bajo control. Lo mejor es ubicar los rascadores cercanos a las zonas en las que descansan, o cerca de las zonas en las que ya hayan usado sus uñas o dónde tengan la costumbre de hacerlo para poder cambiar su hábito de forma más sencilla. Los rascadores deben ser altos y estables, para que los gatos puedan apoyarse y estirarse sin problemas.

Del mismo modo, si quieres educar a tu gato desde pequeño si todavía está creciendo, o también de adulto si has adoptado a un gato adulto que presenta algunos problemas de conducta y que suele morder y arañar a objetos y personas por norma, sin duda la mejor alternativa es contactar con unos buenos profesionales. Los expertos de Sentido Animal se encuentran especializados en la educación y en el adiestramiento de perros, y también de gatos y de animales exóticos. De hecho, si te interesa esta alternativa, estos expertos tienen una escuela para gatos, que es perfecta para acudir con tu mascota y aprender a relacionarte mejor con tus felinos, consiguiendo que dejen de morder y de arañar, que respeten a la familia y vuestros objetos y en general para mejorar la convivencia y que tanto los humanos como también los gatos podáis disfrutar mucho más de vuestra mutua compañía y convivencia en el hogar. Puedes ampliar la información en Sentidoanimal.es, dónde también encontrarás cursos interesantes para mejorar la convivencia entre tus diferentes mascotas, así como para educar a tus perros y crear un mejor vínculo con ellos.

Cuando un gato está emocionado y tienes ganas de jugar, es bastante normal que te ataque las manos o los pies. De esta manera, es momento de redirigirle hacia sus juguetes para que aprenda que es a ellos a los que debe cazar. En caso contrario, conforme vayan creciendo pueden llegar a hacerte daño de verdad. De esta manera, si salta a morderte las manos o los tobillos, debes quedarte quieto y no hacerle caso para que se dé cuenta de que no quieres jugar. Entonces cambia su atención hacia sus juguetes, por ejemplo, lanzándole una pelota, y dejando de jugar por algunos minutos para que se dé cuenta de que no debe morderte.

Ésta es otra de las claves de los expertos. Si tu gato está agresivo, te muerde o te araña, aunque crea que es un juego, es fundamental enseñarle que no está bien que haga eso. De esta manera, cuando presente este comportamiento debes dejar de jugar con él alejarte y no hacerle caso. Así conseguirás que se calme y frenarás el juego agresivo y los arañazos. Si haces esto cada vez que se ponga agresivo, enseguida aprenderá que con este comportamiento sólo tendrá tu indiferencia.

Ahora bien, para que un gato se sienta feliz, no muerda y no arañe, es fundamental jugar con él todos los días. No debes dedicarle todo tu tiempo, sino simplemente compartir pequeñas sesiones de entre diez minutos o un cuarto de hora varias veces al día. De esta manera, tu gato aprenderá a relacionarse mejor contigo, se sentirá relajado y feliz y dejará de lado la agresividad y el exceso de energía.

No dejes que se ponga muy nervioso ni se descontrole durante el juego. Para terminar, puedes usar trozos de comida y hacer que los busque, así estarás estimulando su olfato y establecerás una nueva forma de finalizar el juego.

Es fundamental enseñar al gato a estar tranquilo para poder compartir una vida agradable en familia, educándole siempre para que no muerda ni arañe durante el juego. De esta manera, en lugar de castigar los malos comportamientos, lo mejor es ignorarlos y reforzar los buenos diariamente para que tu mascota aprenda a comportarse de manera eficiente.

Del mismo modo, debes usar tu voz para que tu gato aprenda a valorar cómo te sientes en cada momento. Por ejemplo, para que pare de morder puedes decirle "no" con voz firme, pero sin gritarle, y después levantarte e ignorarle para que comprenda que no te gusta, y que si te muerde se detiene el juego. Gritar a los gatos puede hacer que desarrollen miedo o que se pongan muy nerviosos, empeorando su comportamiento.

Cuando haya pasado algo de tiempo puedes volver a jugar con él, y seguir usando tu voz para felicitarle si tiene un comportamiento positivo, recompensándole por ello y parando el juego cada vez que vuelva a morderte o arañarte.

Además, es fundamental no reforzar nunca sus comportamientos negativos, como que arañe o que muerda. Si sigues jugando con él después de eso, es probable que siga haciéndolo para reclamar más atención, con lo que la pauta de decirle "no" y alejarse e ignorarlo es la mejor alternativa para que entiendan que si muerden se termina el juego.

Finalmente, los expertos también coinciden en que, si tu gato te sigue mordiendo o arañando y está muy agresivo, sería recomendable acudir cuanto antes al veterinario para valorar si puede tener algún problema de salud porque diferentes enfermedades o dolores pueden provocar que tu gato se encuentre a la defensiva y tenga ganas de atacar siempre.