¿Quieres irte de vacaciones con tu gato o simplemente quieres que las visitas al veterinario sean menos traumáticas? A continuación te ofrecemos una serie de trucos que te ayudarán a que tu gato se familiarice con los viajes y que éstos sean lo menos traumáticos para él.
Lo primero que tenemos que hacer es comprar un transportín. En el mercado encontrarás una gran variedad de ellos tanto en tamaño como en material y tipo, así que pregunta en tu tienda de mascotas más cercanas cual es el apropiado para ti.
Además del tipo de gato que tengas también dependerá del uso que le vayas a dar. Lo ideal es que el gato pueda moverse con total comodidad dentro de él. Aquí encontrarás consejos sobre transportines para gatos.
Una vez tenemos el transportin en casa, lo siguiente que tenemos que conseguir es que éste se familiarice con él. Para conseguirlo el primer paso es colocar el transportin en el entorno del gato para que éste vaya familiarizándose con él y lo vaya viendo como un objeto cotidiano.
Nunca debemos forzar al gato a entrar en el transportin. Hacerlo puede ser un paso muy significativo hacia atrás y puede hacer que nuestro gato le coja odio. Lo importante es ´que se familiarice con él libremente, sin ningún tipo de presión.
Para conseguirlo podemos utilizar diversas técnicas. Una de ellas es colocar un juguete del pequeño dentro del transportín. Esto le motivará a entrar en la jaula, y de esta manera estaremos combinando el juego con un tiempo de relax.
Cuando veamos que el animal entra por si solo en la jaula lo ideal es que lo recompensemos por ello. Es el momento de la aparición de las recompensas. Éstas no serán eternas, pero sí es conveniente que se las des los primeros días que entre solo en el transportín. Puedes alternarlas con caricias y palabras de ánimo y de admiración.
Cuando el animal ya está cómodo interactuando con la jaula es momento de su cierre. Cerrar el transportín lo realizaremos gradualmente. En primer lugar dejaremos la puerta de la jaula entreabierta para no asustar al gato, luego gradualmente iremos cerrándola cada vez más hasta que consigamos cerrarla del todo. Durante estas operaciones la jaula debe permanecer en el suelo. No es momento aún de desestabilizar a nuestro compañero.
Una vez logremos cerrar la jaula sin poner nervioso al gato, comenzaremos con otro de los pasos importantes: levantar la jaula con el gato dentro. Esta operación también es delicada, pero si la realizas gradualmente no habrá problemas.
Levántala poco a poco y ves desplazándote con ella. Las distancias al principio serán muy cortas, sobre todo dependiendo de la respuesta de nuestro compañero, pero poco a poco iremos alargándolas. Repite esta acción varias veces al día durante varios días para acostumbrar al animal a los movimientos de la jaula.
El siguiente paso es llevar el transportín al coche. Lo ideal es elegir un paseo tranquilo para los primeros días. Evita el bullicio de los coches y elige un barrio tranquilo con pocas rotondas y pocos baches. El ruido de la carretera y el tráfico podría asustar a nuestra mascota.
Coloca la caja en el asiento del pasajero donde el gato pueda oír tu voz tranquilizadora y donde puedas comprobar que se encuentra bien. Si ves que se muestra muy nervioso, para, habla con él, acaríciale, etc. Nunca grites y evita los movimientos bruscos que puedan asustar al animal.
Las recompensas también te pueden venir bien en este punto. Cuando veas que está tranquilo o que vuelve a recobrar la tranquilidad tras un ataque de miedo, recompénsale con un dulce y con palabras de ánimo.
Si no te apresuras y sigues estas pautas los viajes en coche con gatos serán tranquilos y el animal irá y vendrá sin ningún tipo de trauma, ya lo verás.
Queremos terminar con el consejo más importante de todo. Todas las pautas que hemos visto se sustentan en la paciencia y comprensión. Sé paciente con tu mascota y dale el tiempo que necesite para adaptarse a los viajes. Unos necesitarán menos tiempo que los otros, pero todos ellos pueden llegar a viajar tranquilos junto a sus dueños.