Una gata alcanza la madurez sexual a los seis meses, pero seguirá desarrollándose hasta los diez meses. A la hora de decidir su apareamiento es aconsejable que la gata tenga al menos diez meses y que el macho sea mayor de un año.
Un apareamiento de tres copulas diarias durante tres días, es suficiente para la gestación del máximo número de crías posibles.
La duración total de la gestación de una gata, desde el apareamiento hasta el parto de la gata, puede oscilar entre 57 y 70 días, aunque suele rondar los 65.
Durante las primeras tres semanas posteriores a la cópula, los embriones adquieren un tamaño aproximado de un centímetro y ya se puede distinguir la cabeza y el cuerpo. Al final de esta fase la gata presentará los pezones rosados y firmes, apreciándose también caída de pelo alrededor de estos, un signo que confirma el embarazo del animal. Por otra parte la producción de la hormona progesterona aumenta considerablemente en la gata.
En la cuarta semana el aumento del feto es visible, llegando a un tamaño de dos centímetros y medio, y apreciándose externamente el aumento de tamaño y peso del animal. En la quinta semana el desarrollo del feto se ha duplicado, llegando a un tamaño cercano a los cinco centímetros, pudiendo apreciarse las garras en los dedos del feto y también ojos y orejas. En este momento la gata buscará un lugar cómodo para parir y es aconsejable proporcionarle una caja con un cojín que resulte confortable para el parto, esto le restará nerviosismo al felino.
Llegada la séptima semana los fetos tienen un pelo fino y transparente que recubre todo su cuerpo, que en la siguiente semana alcanzará la apariencia que tendrán al dar a luz y su tamaño será aproximado al del parto, habiendo el feto acabado de desarrollarse.
La gata tendrá sus glándulas mamarias preparadas y será frecuente el goteo de leche. Se mostrará con una intranquilidad creciente conforme a la cercanía del momento del parto.
El parto de la gata dura varias horas y suele aparecer el primer alumbramiento pasadas dos horas de la primera contracción. Posteriormente la gata tendrá más contracciones e irán naciendo el resto de las crías.