A diferencia de los perros que suelen comerse toda su comida al mismo tiempo, los gatos prefieren comérsela en diferentes tandas. Eso es lo que llamamos “picoteo”, porque ingiere pequeñas cantidades varias veces al día.
Por ello es imprescindible que le dejemos siempre comida a su disposición. El alimento y la comida siempre deben estar a su alcance, y ésta última siempre debe estar renovada y fresca.
Que tenga siempre alimento a su alcance no quiere decir que le demos comida a voluntad superando la cantidad diaria que debe ingerir para llevar una dieta equilibrada. Lo que supone es que esa cantidad diaria debemos distribuirla a lo largo del día para que el animal se alimente siempre que quiera y que acabe ingiriendo lo que debe.
A los gatos les gusta comer la comida a temperatura ambiente, por lo que tendremos que prestar atención con la comida recién sacada de la nevera o del horno. No se la comerán.
Es importante racionar la cantidad de comida, porque podemos pensar que sacándola toda el animal distribuirá las comidas a su voluntad, pero nuestros amigos felinos son muy delicados a la hora de comer (ya lo habrás notado) y no les gusta la comida rancia. Si ésta pasa demasiado tiempo en su recipiente, seguramente se quedará ahí para siempre.
Que picotee a lo largo del día no quiere decir que debamos darle extras siempre que nos los pida. Evita darle golosinas de más o sobras de la mesa. Casi el 30% de los gatos domésticos sufren obesidad felina y muchas veces el desencadenante son comportamientos como éstos. Así que este consejo debes seguirlo a rajatabla.
Finalmente, recuerda que el gato es un animal muy higiénico, y no le gusta que su cama tenga olor a comida. Así que separa su lugar de descanso de su lugar de alimento. De no hacerlo no estará a gusto ni en un sitio ni en el otro.