No es la primera vez que lo comentamos, pero los gatos a lo largo de milenios se han visto envueltos en multitud de creencias. Hoy vamos a ver una nueva serie de mitos e ideas que se tenían alrededor de ellos y la climatología para que veas lo curiosas que pueden resultar.
Aunque quien sabe, quizá algunas de ellas te parezcan creíbles. Si es así, recuerda que estaremos encantados de leer tu opinión en los comentarios del artículo.
Y comenzaremos con una opinión que antaño estaba muy extendido entre los marineros, y es que éstos pensaban que los gatos podían predecir el tiempo. Por ejemplo afirmaban que los gatos negros eran un presagio de mala suerte y que causaban mal tiempo para pescar. Pobrecitos gatos negros, ¿verdad?
Los que por el contrario estaban bien vistos eran los gatos atigrados, de los que se creían que atraían la buena suerte. Unos tanto y otros tampoco, y tan solo por el color de su pelaje.
Una creencia que solo se extendía entre los marineros japoneses es una que sostenía que la presencia de un gato tricolor en un barco advertía de que el barco se encontraría con una gran tormenta. Esto se creía hasta tal punto que muchas salidas de pescadores se han visto anuladas por la presencia de un gato tricolor.
Pasemos ahora al Antiguo Egipto. Los egipcios en aquellos tiempos pensaban que un gato era capaz de predecir el buen tiempo si éste se lamía y empezaba a limpiar la parte posterior de sus orejas, que anunciaba la llegada del buen tiempo. Aunque cosas de los mitos, ese mismo gesto en China señalaba lluvia inminente, al igual que lo hacía el guiño del gato. Curiosa contradicción, ¿verdad?
Siguiendo con las predicciones del comportamiento y la climatología, durante muchos años hay gente que ha creído que si un gato arañaba las alfombras o las cortinas eras sinónimo de que el viento iba a soplar con fuerza.
Los estornudos de los gatos también han sido objeto de predicciones, y así otra vez los marinos pensaban que iba a empezar a llover si un gato estornudaba. Igualmente pensaban que si un gato lamía su piel con insistencia anunciaba una tormenta de granizo.
Seguimos con más creencias increíbles. Los primeros colonos americanos pensaban por su parte que si un gato se sentaba delante del fuego de espaldas a éste, lo que ocurriría pronto sería la llegada de una ola de frío.
Y terminaremos con una creencia más de los marineros, que como vemos tenían una relación muy estrecha con ellos. Ésta afirma que éstos utilizaban el comportamiento del gato para saber las características de la navegación. Un gato feliz y juguetón era un viaje con viento de cara y buen oleaje, mientras que un gato que maullará en voz alta anunciaba un viaje difícil y tormentoso.
Y hasta aquí las creencias de los comportamientos de los gatos y la climatología. No sé si muchos de estos mitos los conocíais, pero a mí me han resultado tremendamente curiosos.