Tener una mascota en casa supone una gran responsabilidad, pero es innegable que compensa con creces. Un animal puede aportar muchísima energía y alegría a nuestra vida, y no cabe duda de que en cuanto pruebas lo que es tener un ser tan puro en tu vida no quieres volver a vivir sin su presencia. Ahora bien, si tienes un perro, un gato o cualquier otro animal de compañía, sabrás de sobra que además de implicar una responsabilidad considerable suponen también un gasto. Esto se debe principalmente a que a nadie se el ha ocurrido la maravillosa idea de incorporar el veterinario en la seguridad social. Bueno, al menos a nadie con el poder suficiente como para hacerlo. No obstante, también se debe a que la mayoría de los productos orientados al consumo o al uso animal son bastante caros, al menos si quieres ofrecerle lo mejor a tu mascota, y no me cabe duda de que así es.

Factores en los que puedes ahorrar dinero sin renunciar a la calidad

Los gastos de una mascota vienen por todas partes. Para empezar, el tipo de alimentación que necesitan suele ser muy específico, y lo mejor es informarse bien sobre cada marca. Es probable que hayas paseado en más de una ocasión por los pasillos de una tienda de animales y te hayas encontrado con cientos de piensos diferentes. A veces pensamos que son todos iguales y que no es realmente importante qué pienso le damos, pero nada más lejos de la realidad. No todos los piensos sientan igual de bien a nuestra mascota, sobre todo si tiene algún problema del que no nos hayamos percatado y necesite pienso especializado como el hipoalergénico, pero más allá de problemas concretos, los piensos de marca blanca, en general, suelen llevar incorporados ingredientes que no son en absoluto nutritivos y que se limitan a dar sabor o más consistencia al gránulo. Buscar piensos más recomendables puede hacernos pensar que supondrán un gasto económico mayor, pero no tiene por qué ser así.

Un buen pienso no se caracteriza por su precio, sino por los ingredientes que lo componen. Si te paras a leer los ingredientes de la mayoría de los piensos de baja calidad, encontrarás que los principales componentes son maíz y patatas, ingredientes que se limitan a dar sabor pero que realmente no le aportan nada a nuestra mascota. Lo que debes buscar es que el pienso contenga arroz, por ejemplo, que es un cereal que sí pueden digerir, y porcentajes relativamente elevados de carne o pescado, ya que son los alimentos que más necesitan nuestros animales de compañía. Gracias a plataformas como epromos.es puedes encontrar buenos descuentos para conseguir un pienso de alta calidad a un precio bastante bajo, pero aun si no contases con él, no te costará nada encontrar piensos capaces de estar a la altura sin tener que dejarte un pastizal en ellos. Además, algo que siempre recomiendo es comprar paquetes de pienso de mucha capacidad. La mayoría de los piensos se venden en bolsas de 3kg, pero si compras uno de 12kg puede que te salga algo más caro de primeras, pero te durará más tiempo, lo que a la larga significa un ahorro considerable.

Por otro lado, los juguetes. Puede parecer una tontería, pero lo que más les gusta a los animales es descargar energía jugando o entreteniéndose. Es muy fácil encontrar juguetes para mascotas, pero también es muy fácil encontrarlos muy caros. Lo que puedes hacer es comprar productos que puedan servir como juguetes sin necesidad de optar por un juguete específico, aunque sea de mala calidad a raíz del precio. Las pelotas de tenis suelen salir más baratas que las pelotas caninas, y, basándome en mi propia experiencia, son más apetecibles para los perros que otros juguetes enteramente pensados para ellos. De igual modo para los gatos, tú mismo puedes crear un juguete perfecto para ellos, ya que les encantan las cañas de pescar con objetos que puedan cazar. Basta con atar un peluche o un pompón a un hilo, y este hilo a un palo, y voilá. Disfrutarás de uno de los mejores juguetes gatunos y sin gastarte un duro.

Finalmente, las visitas al veterinario. Como ya te he dicho, el hecho de que estas visitas no estén incluidas en la seguridad social supone una carga considerable. Que nuestra mascota se ponga enferma o tenga algún accidente siempre nos pone el corazón en un puño porque llegará un día en el que no podamos pagar por una operación demasiado costosa, y ese tipo de situación son capaces de destrozarnos por completo. La mejor manera de ahorrar en cuanto a las visitas al veterinario es encontrando alguno que tenga pactos con protectoras. Evidentemente la visita no te va a salir gratis, pero sí es probable que la consulta te salga algo más barata que en otros centros. Además, este tipo de veterinarios suelen tener una conciencia mayor con respecto a la vida de los animales, y resulta muy agradable el trato.

Ahora bien, está claro que la mejor forma de ahorrar en el veterinario es no teniendo que ir, así que cuida al máximo de tu mascota y recurre al profesional solo cuando sea necesario. Con esto no quiero decir que te esperes hasta el último momento si crees que tu perro está enfermo, sino que aprendas a cortarle tú mismo las uñas o a recortarle el pelo si necesita ese tipo de cuidados. No es nada complicado y no tendrás que pagar por un servicio tan básico.