Pues sí, esa forma de comportarse suele ser (en general) diabetes o un problema renal. De todos modos, mientras salga el análisis, no dejéis que coma poco. Si hace falta, dadle comida de lata además del pienso, tenedlo mucho encima vuestro y aunque él esté apático no dejéis que se haga a un lado.
Por un lado así podréis darle de comer con la excusa que les gusta tanto de "comer en la mano" y por otro se sentirá animado por el simple hecho de que estéis por él, le deis caricias, mimos, y toda la atención.
Lo importante mientras salga el diagnóstico es que su comportamiento no vaya a peor. Si se mantiene o mejora, perfecto. Piensa que los gatos son muy sensibles los cambios de estado de ánimo y cuando dejan de comer y se ponen apáticos es muy importante contraatacar enseguida para que se sientan queridos y coman lo que sea. Eso es lo mejor que podéis hacer hasta que el veterinario de con el motivo y se pueda empezar a tratar. Muchos mimos, caricias, brazos, atención, y que note amor en el ambiente (por decirlo así) y su ánimo mejore. Aunque parezcan unos chulitos, en el fondo son muy sensibles y ponerse triste es lo peor que puede pasarle a un gato.