En vista de que no hay veterinarios que sepan, ni nadie que me pudiera orientar, cogí a Merlín e Isis anoche cuando estaban en mi cama, sobre la manta imitación mink.Le tomé una mano a Merlín y acaricié el rostro de Isita. Luego ella empezó a lamer la cara de su hermano/esposo. Luego él la de ella. Les hablé tiernamente, les dije que amo a ambos, que Osiris II tiene derecho pero Merlín como padre y hombre de la casa, es respetado. Merlín amaneció tranquilo y comió. Yo seguí con mis clientes, sus problemas, los míos. Osiris a veces quiere pelear. Merlín también. Nadie sino el corazón me dice qué hacer... y es esperar, tener paciencia... las mujeres, le digo a Isis, somos buenas para eso.