Hola HarleyQuiin:
Mira, te comento algo que aprendí desde niño y otra que aprendí no hace mucho, después de convivir solos durante varios años mi gata Felicia y yo.
La 1ra es, tienes que tener paciencia, nunca fuerces el contacto con el gato, deja siempre que él de el 1er paso. Para los gatos, nosotros les pertenecemos a ellos, es decir, el gato te escoge a ti, no al revés. Ellos son terriblemente independientes y territoriales y su amo, tu compañero, es propiedad suya. Además el sabe (el gato) perfectamente que tu eres hembra (perdona la palabra, trato de hablarte desde el punto de vista del gato) y eres, además una extraña que viene a "robarle" el cariño de su humano.
Esos ataques que te ha realizado, sobre todo el segundo, es una advertencia, además muy seria ya. Para evitarlo nuevamente y con paciencia y poco a poco ganarte el afecto y la aceptación del minino deben, los dos, comenzar por no darse muestras de cariño u/o afecto en presencia de él. Si tu llegas a casa de tu compañero y el gato está presente, saluda a tu compañero con la voz, no se toquen, no se den la mano sólo la voz y vigila el tono, lo más neutro posible. Si se sientan en un sofá (por ejemplo) siéntate en una esquina con espacio suficiente para el gato y tu pareja en el otro extremo. Si se van a otra parte de la casa deja que el gato los siga y se asegure que su "propiedad" no corre peligro y deja que poco a poco te vaya tomando confianza y quien sabe, va y hasta no solamente te acepta sino incluso te "adopta".
Por ejemplo, trata de dejar una prenda de vestir usada por ti en la casa de tu compañero y cámbiala cada semana, por ejemplo en el sofá. Después vas dejando otras en otras partes de la casa, de manera que el gato se vaya acostumbrando y aceptando tu olor (por lo tanto tu presencia) en "su reino".
Como te dije antes no intentes tocarlo tu, deja que el venga a ti.
Si quieren estar juntos, más íntimamente ustedes dos, por lo menos, por ahora les aconsejo que lo hagan en otro lugar, nunca en la casa, hasta que el gato te haya aceptado completamente.
De ahí fue que lo aprendí recién (más o menos) con una compañera con la que estaba empezando una relación, la diferencia aquí es que a ella si no le gustan los gatos, ni los animales en general y yo no me había dado cuenta de que cada vez que íbamos a estar íntimamente, ella, a espaldas mías encerraba a la gata en el baño. Uno de esos días, que venía de trabajar y cansada (como en otras ocasiones)se dio una ducha y se acostó a dormir un rato en mi cama, pero en esta ocasión dejó la puerta abierta. Ella tenía o tiene el cabello bien largo y la mala costumbre de quedarse dormida atravesada en la cama, de manera que la larga cabellera le quedó colgando por el borde de la cama, casi hasta el piso.
Yo, en otra habitación, trabajando desde mi computadora, escuché un alarido y después un tumulto proveniente del cuarto y cuando voy a ver, sale ella corriendo, en ropa interior, dando gritos y mi gata agarrada de sus cabellos en su espalda. Yo sé que no es correcto ni justo, pero a mi me dio un ataque de risa incontenible, de tal manera que no podía ayudarla, además de que ella no paraba de correr, como loca, por toda la casa con la gata prendida de sus cabellos. Hasta que finalmente pude dejar de reírme y quitarle a la gata de la espalda, donde tenía algunos arañazos, pero nada serio, por suerte. Después, calmada la situación y conversando, ella me confiesa lo del encerramiento en el baño de la gata.
Por supuesto, la relación terminó ese día. Ella cometió un 2do error, a mi ver, aún más grave: ponerme escoger entre mi gata Felicia y ella.
Espero que mis consejos te ayuden.
Saludos