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¡No sé qué hacer! ¿Alguna idea, alguien?

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Domingo, 21 de junio de 2015 | 22:00
Ante todo nos presentamos (somos nuevos en este sitio):
Mi gata: Felicia María de Las Mercedes (unos 5 años), he aquí su foto:
Yo, su humano, Julio (51 años).
Antes de hablar del problema, un poco de antecedentes, ¿OK?
Felicia me fue entregada con alrededor de 1 mes de nacida, por la hija de un amigo, que a su vez la recogió de las manos de unos muchachos de la Escuela Primaria, donde ella es maestra.
En mi casa, desde niño ha habido gatos, pero mayormente eran atendidos por mi madre y hermana, mi relación con ellos fue, podemos decir, pobre en experiencias. Pero ahora, hacía unos años me había divorciado y vivía solo y deseaba la compañía de un gato.
En el momento en que me fue entregada Felicia yo vivía en un apartamento en el último piso (piso 6) sin elevador y por esa razón nunca permití que Felicia saliera, miedo a que se perdiera o entrara a otro apartamento y la maltrataran, etc.
Allí aprendimos a convivir entre 2 y 3 años y fuimos muy (somos) felices, jugamos muchísimo, ella se inventó sus propios juegos, como su preferido, que yo llamo: "La emboscada", que consiste en esconderse ella, esperar a que yo pasara y saltar de pronto tratando de agarrarme unos de los pies. Ese juego que aún hoy práctica de vez en cuando, me costó no pocos arañazos y bastantes gotas de sangre (soy diabético, pero no hay problemas, tomé mis medidas, para conmigo, quiero decir, Jamás acepté ni aceptaré lo de cortarle las uñas a ellas, eso, en un gato es una crueldad).
También nos inventamos un juego el notar yo que ella quería cazar a las maripositas de luz que le llaman y a esas salamadritas comunes siempre en las casas de Latinoamérica. En el mismo yo la subía y hacía que ella se parara en sus dos patitas traseras, con mi mano estirada y total confianza en mi por parte de ella, mientras yo me movía a lo largo de la pared hasta que ella cazaba su presa.
Cuando llegó la edad de su 1er celo la llevé a operar. No me gustó la idea en lo absoluto, pero se me estaba creando una situación difícil con los vecinos, molestos por los maullidos de ella toda la noche y todo el día.
Fuera de eso, ella jamás conoció la existencia de otros animales y solo algunos pocos humanos que me visitaban (suelo ser bien ermitaño), hasta que tuvimos que abandonar el apartamento e ir a vivir a un cuarto que un matrimonio amigo (muy, muy pobres y con una familia numerosa) muy gentilmente me ofrecieron.
Allí vivían al momento de nuestra llegada: La Esposa, El Esposo, 4 hijos, una perra adulta (muy dulce y apegada) y un hijo de la misma, todavía adolecente.
Allí conoció Felicia por primera vez la existencia de la tierra de otros animales y sobre todo de otros gatos.
Realmente la cosa funcionó muy bien, los gatos machos que se acercaban, siempre era con intención de aparearse, aunque ella solo deseaba amistad y una gata del área, evidentemente la que era reina de la zona hasta nuestra llegada u que en dos ocasiones vino en busca de pelea con Felicia, pero por suerte en ambas la perra de la casa salió a defender a su familia en la que nos incluía ya. Allí Felicia aprendió a conocer a quien fuera (del mundo gatuno hablo), pero a no permitirle la entrada a la casa a ninguno (le comían la comida)
En ese lugar estuvimos como año, año y medio y conseguí para alquilar un apartamentito bien pequeño, pero perfecto para nosotros dos en la ciudad (donde estábamos antes era bien, bien fuera de la ciudad), lo que me facilitó el poder conseguir más clientes (trabajo por cuenta propia en cualquier cosa relacionada con computadoras).

Y ya estamos llegando al problema. Este apartamentito solo tiene la puerta de entrada y dos ventanas a continuación, una que da a lo que es la sala-comedor y la otra que da al pequeño espacio de la cocina. Todo del mismo lado. En las demás paredes del apartamento no existe ventana o abertura de ningún tipo. El resto de las paredes son las que dividen con el apartamento del fondo y el de al lado. No hay corriente de aire alguna, ya que no tiene como haberla.
En una de las en tanas de la sala yo le hice una salida a Felicia, quitando un persiana de cristal y haciendo un hueco cuadrado en la tela metálica forrándole los cuatro bordes para que no la lastimaran.

La razón de hueco es simple. Los gatos son animales nocturnos y odian las puertas. Además son independientes y se hacen dueños totales del área donde viven, incluidos los humanos u los objetos que hay en la casa. Esto pasa aún más si son gatas, como Felicia.

Aquí en el barrio hay un gato "maloso" (siempre hay uno) que es como el más pendenciero y al que todos los demás gatos machos del barrio temen, siempre anda lleno de marcas de heridas, recientes o no, sucio, flaco, con huecos de pelo faltante por todo el cuerpo, en fin, un desastre.
Al principio de llegar nosotros ese maloso, que resultó que ni callejero era, pues vive en una casa que están frente al edificio de nuestro apartamento. Pues al principio se apareció por aquí y me engatusó a la Felicia para pasar a recogerla cerca de las 10:00 pm e irse con el, pero por supuesto el asunto no funcionó cuando ella no quiso dejarse montar por él (está operada, recuerdan)y días más tarde la pelea se dio básicamente a metros de puerta del apartamento, adonde yo acudí inmediatamente en ayuda de mi niña (de la cual conozco todos los diferentes tipos de maullidos)

Ahí terminó la relación, pero este tipo no hay forma que ceda constantemente, cada día, en la noche, durante ya casi 2 años que llevamos aquí, viene, vigila primero si Felicia está cerca (ya que ella lo enfrenta si lo ve e incluso lo lastima fuerte si lo agarra dentro de la casa. Una vez, al amanecer, el piso de la sala estaba con rayas de sangre y no era de ella, ya que la revisé bien). Como decía, vigila 1ro si ella está y si yo me acosté a dormir, entonces, si está en celo se orina por toda la sala, incluido mi sillón frente a la computadora, en un costado de la computadora misma y por toda la pared en la parte superior del sofá, por donde pasa cuando entra y sale, ya que el borde superior del mismo lleva directo al hueco que le fabriqué a Felicia. Eso si esta y cada vez que está en celo, pero cuando no, al principio, a comerle la comida a Felicia. Ahora eso no lo puede hacer porque he tomado la costumbre de al irme a acostar a dormir, llevarme la comida de ella para el cuarto y ponerla en un lugar que ella conoce bien y que el maloso ese no se atreve a entrar puesto que yo estoy ahí.
El problema es que cuando se orina por estar en celo, este apartamento sin corriente de aire alguna se vuelve imposible de habitar y ese tipo de orine de gato en semen es una mezcla de orine y semen con un fijador fuertísimo y por más que yo limpie todas las áreas dañadas y use ambientador y demás no hay forma de no sentirlo. Ha habido veces que la concentración ha sido tan alta que nos provocó una especie de gripe a los dos, ella estornudaba a cada tanto por la casa y yo también y sentía el sabor del orine ese hasta en la saliva de la boca.

Mi pregunta es; ¿Qué puedo hacer para librarnos de ese bandido y de su mal hábito? He ido a las tiendas de mascotas y veterinarios (como 5 ya) y todos los métodos existentes o que me ofrecen afectan a LOS GATOS, por lo tanto también afectará a mi Felicia y por lógica no los puedo hacer.
¿Alguien ha tenido una experiencia similar y me pueda indicar cómo resolverla?

Muchas Gracias por su tiempo y atención y perdonen la extensión.
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Sábado, 11 de julio de 2015 | 01:17
Que bella y divertida tu historia con Felicia, yo que puedo decirte, mi historia es mas larga y llena de gatos. Creo que he pasado por todo. Eso de hacer un agujero cuadrado en la ventana ha sido genial, yo todavía no lo hago, simplemente dejo la puerta trasera medio abierta (espero ningún ladron lea esto). Yo igual tengo gatitas ya operadas, y aún así anda el gato maloso de la cuadra rondando. También he visto en mis sillones marcas de chorros de orín de gatos. (Que por cierto hay que limpiar con cloro) Se que igual el gato se mete a casa por la comida, así que de noche ya no dejo comida en los platos, también me ha tocado correr tras de el como loca, creo que lo mejor será asustarlo. Cómprate una pistola de agua y has guardia, cuando lo veas acercándose lo mojas. Jajajaja También si puedes identificar a los dueños habla con ellos para que lo castren. Mi técnica hasta ahora ha sido alimentarlos, ganarme su confianza y luego castrarlos. Pero es una técnica larga en la cual terminas con mas gatos que humanos en casa. Espero se solucione tu problema. Saludos!!
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