Hola a todos! Soy nueva, encantada! Espero contribuir adecuadamente al foro como una gatuna más :)
Mi cuestión es la siguiente: Emilio, 4 meses, hace 1 mes fue recogido de la calle. Es blanco y pelirrojo, un amor. Es bueno pero tiene energía para regalar: cuando está tranquilo es un bomboncito, pero cuando quiere jugar es un torbellino. Desde el principio, su único con él problema es la mordida: todo se lo lleva a la boca. Los veterinarios me insisten en que hay que corregirle esta actitud (y lo intento mucho!) Y aunque ya no me muerde buscando hunidrme los colmillos como al principio de llegar, aun me sigue buscando manos y pies.
El problema es que ha desarrollado una actitud que me preocupa: El desafío; porque cuando se vuelve loco mordiendo y hay que 'ponerse serio' con él, a veces no se conforma con el regaño (agua, toque, grito....). Pero no sé si es que confunde mi regaño con señales de juego o es que de verdad me desafía y me contraataca: porque entonces, me busca para morderme bien, con todas sus ganas (Aunque ya no aprieta la mordida como al principio) El problema yo no lo veo el morder, sino el desafiarme. En esos momentos es cuando más dura me muestro, hasta que lo tumbo en posición sumisa.
Es que quizás interpreta mi mano amenzante como un acto extremo de juego... o que realmente me trata de desafiar porque quiere estar por encima mia?
Gracias por vuestros consejos!!!