Hace un par de meses, nuestra gata despareció. Buscamos por los alrededores de nuestra casa, pero no volvimos a saber de ella.
Hace unos días, mi hijo vino diciendo que había visto a la gata en una casa a dos calles de distancia. Mi mujer y mi hija fueron a comprobarlo y vinieron convencidas de que era nuestra gata, aunque la dueña aseguraba que la gata era un regalo de su madre.
La inquietud en casa era patente, y mi mujer me pidió que fuera con ella a ver a la gata.
Yo quería comprobar si tenía un defecto en un diente que sería la prueba irrefutable. Así que fuimos a comprobarlo.
Cuando vi y cogí a la gata, tuve la sensación de que no era ella. Es cierto que se parecía mucho, incluso tenía algunos rasgos iguales (vientre blanco, la pata trasera izquierda totalmente negra, la línea de la nariz), pero tenía una complexión más robusta y el pelo algo más largo.
Cuando intenté comprobar el defecto del diente, la gata no me permitió abrirle la boca para verlo. Le metí la punta del dedo, pero no puedo asegurar si lo tenía o no.
Entonces, me di cuenta que la línea de los labios de nuestra gata no era tan negra, sino más rosada.
Ante las dudas que se me plantearon, pensé que estaba demasiado cerca de casa (unos 60 metros) para que no hubiera regresado a la menor oportunidad.
Así que le dije a mi mujer que no era nuestra gata y nos despedimos.
Todos en casa siguen convencidos de que sí es nuestra gata, y cuando digo que no lo es, me acusan de no quererla y desentenderme.
¿Alguien puede darme su opinión?
Gracias.