Os contamos la historia de Houdini. Lo encontramos asustado en la calle, no podía abrir los ojos debido a una infección y esto había provocado que cayera desde el tejado donde vivía con sus hermanos. Solo, herido y ciego, muy quieto pegado a una pared.

Los gatos negros han sido considerados siempre animales mágicos, y Houdini lo es, porque en este estado se las arreglo para desaparecer de una habitación cerrada. Ocho metros cuadrados, una hora de búsqueda.. y nada. El truco podría haber sido perfecto, pero al pobre le pudo el hambre, y que el cacharro de comida apareciera vacío al día siguiente lo delató.

Ahora está mucho mejor, ya confía en las personas y ronronea mientras le tocas, aunque sigue siendo asustadizo, y creemos que guarda un as en la pata, para alguna emergencia.
Se entrega con contrato de adopción, compromiso de esterilización y seguimiento.

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