La alopecia felina es el término médico para la pérdida excesiva del cabello, algo que puede ser bastante común en un determinado número de animales, incluyendo los gatos. Perder unos mechones de cabello no es una enfermedad grave, pero la pérdida excesiva del cabello puede indicar una serie de problemas de salud en el gato.
La pérdida de cabello puede causar regiones de calvicie en la superficie del cuerpo, mientras que la piel puede permanecer sin cambios o presentar un color rojizo o con pequeñas protuberancias y ampollas, dependiendo de la causa subyacente de la alopecia. Ésta además también puede afectar al crecimiento normal del pelo por todo el cuerpo del animal.
A continuación vamos a ver las posibles causas que pueden provocar la alopecia felina, y ya te adelantamos que pueden ser causas muy variadas. En ocasiones esta alopecia puede ser causada por trastornos del sistema endocrino del animal, mientras que en otras puede ser el resultado de una infección por pulgas o ácaros. Así pues, vamos a conocerlas:
Picaduras de pulgas. Los gatos son alérgicos a las picaduras de pulgas. Éstas producen reacciones severas como picor y enrojecimiento. Las reacciones a las picaduras hacen que el gato se rasque y se tire de los pelos de las zonas afectadas.
Además de la pérdida del cabello, las picaduras de pulgas pueden causar infección y pueden desarrollarse costras y escamas en la piel. Esto causa pérdida de cabello, sobre todo en la espalda y en la cola.
Los ácaros. Al igual que ocurre con las pulgas, las infecciones por ácaros también pueden causar la pérdida del cabello. Los ácaros pueden causar sarna, que se caracteriza por descamación, alopecia y prurito. Esto provoca que el animal se rasque las zonas afectadas, pudiendo empeorar el estado y causando así una pérdida significativa del pelo.
La tiña es un hongo que puede afectar tanto a gatos como a perros. Por lo general causa pérdida de pelo en los oídos, la cabeza y la cara de los gatos, aunque también puede afectar a las piernas. Además de la pérdida de cabello, también podemos apreciar la piel de las zonas afectadas muy seca y escamosa, o con costra.
Alergias alimenticias y alergias ambientales. Éstas pueden acarrear una pérdida excesiva de cabello en los gatos. Las alergias por alimentos normalmente se deben a la ingesta de proteínas específicas y pueden causar la aparición de pequeños bultos rojos y enrojecimiento en la piel en un área pequeña, aunque con el tiempo puede extenderse a una gran parte del cuerpo.
Del mismo modo, la inhalación de alérgenos en el medio ambiente (el polen, los ácaros del polvo, etc.) puede causar también la pérdida de cabello. La dermatitis por contacto es otro tipo de alergia que se produce cuando la piel entra en contacto con sustancias específicas. Estas sustancias pueden ser la lana, el caucho, ciertos plásticos, productos químicos, colorantes, etc.
Alopecia endócrina. El crecimiento del cabello está regulado por el sistema endocrino de los animales y por tanto, cualquier tipo de trastorno en el sistema puede causar alopecia. La producción excesiva de hormonas y sus deficiencias puede afectar al crecimiento normal del cabello. La pérdida de cabello debido a desequilibrios hormonales no suele afectar a todo el cuerpo de manera uniforme.
Alopecia psicógena. Los gatos son animales muy sensibles, y una serie de factores psicológicos como el estrés, el aburrimiento o los cambios ambientales pueden causar estas pérdidas de pelo.
Problemas de tiroides. Además de las causas mencionadas anteriormente, la pérdida de pelo en los gatos puede ser un síntoma de un problema subyacente con la glándula tiroides. Con la caída del cabello, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo pueden causar manchas descamación y calenturas en los felinos.
La enfermedad de Cushing. Éste es un trastorno glandular que se caracteriza por la producción de hormonas esteroides por las glándulas suprarrenales. Uno de los síntomas comunes de la enfermedad de Cushing en los gatos es la pérdida de cabello en un patrón simétrico.
Diagnóstico y tratamiento de la alopecia felina
Como hemos visto son diversas las posibles causas de la alopecia, por lo que para iniciar un tratamiento el veterinario requerirá de una serie de exámenes físicos y pruebas que le revelen la causa de esa pérdida de pelo.
Algunos de los exámenes comunes incluyen muestras de piel, el cultivo de hongos, análisis de sangre, etc.
El tratamiento para la alopecia estará determinado por las causas subyacentes de la enfermedad. Por lo tanto, cada causa específica podría un tipo de tratamiento u otro. Así que ya podemos intuir que lo primero que tenemos que hacer es acudir al veterinario para que éste determine la causa de la pérdida de cabello y actuar así en consecuencia.
Desde aquí os aconsejamos que os privéis de hacer caso de consejos personales, puesto que cada gato es un mundo y los problemas de uno no tienen porqué ser los mismos del otro. Y como hemos visto, la caída del cabello puede arrastrar problemas más graves detrás.