Stephen Stacey, un joven de 20 años de Portsmouth (Canada), metió a su gato en el microondas después de que el animal le arañase la mano.
El gato sobrevivió a la salvajada después de que los veterinarios lo sumergiesen en agua y posteriormente lo tratasen con hielo. Pese a todo, siete horas después del ataque el felino seguía emitiendo calor.
El animal sufrió lesiones en los ojos, el tejido cerebral, en la lengua y varios órganos internos.
El joven fue condenada a no volver a tener animales de por vida, además de tener que cumplir 16 semanas de cárcel.
Los abogados del chico, que espera un hijo con su novia de 17 años, intentaron rebajar la pena afirmando que ha dejado la bebida y que quiere reformar su vida, pero ninguna de las alegaciones convenció al juez.
La gata, que ha sido renombrada como Nancy, está totalmente recuperada en manos de una protectora.
Yo lo meteria a el en un horno y le haria pasar lo mismo que le hizo pasar a la pobre gatita.