Hola: me llamo Cleo y tengo cinco meses.
Nací en Sevilla pero vivo en Madrid.
No estoy muy contenta con mis amos. Me maltratan con tanto cariño, tanto besuqueo y tanta tontería. Son unos pesados.
Como no me dejan subir a la mesa mientras comen, me colocan un taburete a su lado para que me quede mirándolos. Y así lo hago mientras me dicen “cuchi cuchi”, “cariñito” y memerías de esas. Luego me canso y me voy a dormir a alguna cama. Están todos tontos.
Claro está que yo también les respondo de igual forma. En cuanto puedo les hago alguna trastada, o estoy al acecho y me lanzo sobre sus manos para agarrarles y morderles como si atacara a un ñú o a una gacela.
O me siento en el teclado del ordenador mientras veo como se mueven las letras.
De los miembros de la familia hay uno que siempre está arreglando algo. Y yo estoy con él dándole instrucciones de cómo se trabaja con las herramientas, oliéndolas e inspeccionándolas.
El otro día estaba pegando una moldura en una esquina del cuarto, pero antes revisé la pistola de la silicona y después cuando todos apretaban para que quedara bien pegada, yo colaboré empujando con mis manos desde el suelo.
Bueno, ya os contaré más cosas. Tengo mucho que aguantar en esta casa, pero se soporta con tal de no estar en un escampado en estos días de invierno.
Saludos.