Se puede querer tanto a un gatito,que al no estar ya a nuestro lado,la vida pierde sentido.
El poeta Joachím Du Bellay (1522-1560) en el primer alegato a favor del gato,
describe muy bien este dolor. Estas son algunas de las frases de su bello poema dedicado
a su gato fallecido:
" Ahora vivir son solo penas,
he perdido todo mi bien,mi placer,mis amores.
¡ Oh cómo el recuerdo aflige!
ruego que el corazón no me deje,
cuando hablo,cuando escribo,es de mi gatito,
cuya belleza fue tal que es digna de ser inmortal".