A Nilo los rescatamos de la calle con cinco meses y estamos seguras que lo abandonaron porque desde primeras que nos topamos con él, se volvió loco de contento porque una persona le hiciera caso y lo manoseara. Lleva desde entonces esperando una familia y ya tiene un año y pocos meses. Creíamos que saldría pronto adoptado, porque es tan sumamente cariñoso, gracioso, simpático, juguetón, torpón, algo brutote, buenazo y adicto al ser humano...pero esa oportunidad nunca llegó y es hora que la suerte le sonría y encuentre alguien que lo quiera para siempre. Está castrado, chipado, con rabia puesta, negativo en leucemia e inmuno.
Se realizarán todos los pasos necesarios y anteriores a la adopción. Está en Cádiz.
A ver si esta es la definitiva.
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