Hola, has echo muy bien en no decirle a tu hija que la gatita murió debido a la vacuna, porque sí que hubiera sido traumáticomcuando tuviera que ir a vacunarse ella.
Me rompe el corazón leer lo bien que se ocupaba tu niña de su gatita, desde luego que sí, era muy responsable en su cuidado, que injusto ha sido que haya perdido a su gatita con lo que la quería y lo triste que para ella debe ser no verla en casa.
Tu hija esta pasando por un "duelo" al perder a la gatita que tanto quería, que el tiempo que han estado juntas sería como una hermanita pequeña para ella, con la que jugar, reir, a la que cuidar, a los niños les cuesta entender algo así, no comprenden la muerte como un echo que puede ocurrir, y se siente como has descrito se siente tu hija, que es injusto y que le resulta incomprensible e inaceptable que en definitiva es como si en su interior de algún modo negara lo que ha pasado para sufrir menos, es normal toda esa clase de sentimientos cuando los niños pierden a sus gatos o a sus perros.
Sí estoy de acuerdo contigo, tu niña necesita otra gatita que vuelva a ser su compañera de juegos y a la que cuidar, cuando veas que acepte su pérdida.
Esta opción que te comento ahora ayuda a que los niños puedan recuperarse mejor de la perdida de su mascota, puedes decirle a tu hija que hay muchos gatitos sin hogar que buscan una familia y que mientras la encuentran, se buscan "casas de acogida" para estos gatitos que están solitos y no tienen familia, esto lo hacen las protectoras y muchos asociaciones de gatos como "Progat" que no tienen refugio y hay familias que se ocupan de estos gatitos hasta encontrarles una familia que los adopte, muchas de esas familias de acogida acaban adoptando ellos mismos al gatito que tenían en acogida.
Ser casa de acogida de un gatito es una buena opción para los niños que pierden a un gatito o a un gato adulto porque, siempre si ellos están de acuerdo en traerlo a casa, sirve también para ver como reaccionan los niños al ver a un nuevo gatito en casa que no es el suyo, si la adaptación del niño es buena, o sea que acepta al gatito y el niño se siente feliz, eso es lo mejor que puede pasarle, ya que es como una terapia porque le ayuda a recuperarse mejor del duelo por el que esta pasando, en cambio si se viera que el niño o la niña no acepta al gatito al verlo en casa, se viera que se siente triste porque no es su gatito, no hay ningún problema, porque ser casa de acogida no tiene un tiempo estipulado de tener al gato en casa, si por cualquier circunstancia la adaptación del gato o en el caso que hablamos de un niño que ha perdido a su mascota no es buena, el gatito vuelve de nuevo a la protectora o a la asociación que lo cuidaba y se asigna a otra familia de acogida.
Yo creo que sería una buena opción para tu hija.
Espero que te sirva de ayuda y que tu hija pueda ser feliz de nuevo con una nueva gatita en casa.
un abrazo y ya nos cuentas.