Sois muchos los dueños de gatos que comunicáis que vuestros gatos no paran quietos ni un segundo y que en ocasiones parecen que estén como locos, corriendo por toda la casa, saltando y atacando todo lo que se mueve y siendo auténticas fieras.

Para resolver este tipo de comportamientos, a continuación analizaremos las razones que lo producen y trataremos de atajar este problema de raíz.

El principal causante e este comportamiento en nuestra mascota es su instinto de caza natural, que los gatos han conservado a pesar de su domesticación con una gran curiosidad y una alta tenacidad. En su búsqueda constante de nuevas aventuras y descubrimientos, el más mínimo reflejo o la sombra más pequeña puede despertar su interés y provocar sus ganas de jugar.

Así, aunque nuestras mascotas ahora elijan como presas una cuerda que se mueve por el suelo o una pelota de colores brillantes, los gestos son los mismos que los de la caza: observación, acecho, táctica, movimientos sigilosos y ataque.

El juego es una válvula esencial para saciar ese instinto de caza. Sin presas vivas, la caza se sustituye por el juego. Pero no cualquier tipo de juego ayuda a saciar sus ansias, sino que deben ser actividades que le hagan trabajar su coordinación, que le fortalezcan los músculos, que les haga gastar energías, etc.

Con estas actividades nuestra mascota aprenderá también sus límites. O lo que es lo mismo, los nuestros. Mediante ellos le reprenderemos si hace acciones que no queremos que haga y le animaremos a hacer cosas que sean beneficiosas para él. Además acompañando a nuestras mascotas en sus juegos, estaremos creando fuertes vínculos con ellos.

Como ya comentamos en otro artículo, los juegos son la mejor manera de que los gatos aprendan y se “enfrenten” al mundo. Ya desde pequeños los gatitos juegan cariñosamente con las orejas y la cola de su madre. Jugando aprende a entender su entorno, y este aprendizaje es esencial para su desarrollo físico y mental.

Las ganas de jugar durarán toda la vida, pero se calmarán con la edad. Durante los primeros meses el gatito solo querrá jugar, pero a partir del año poco a poco se irá haciendo más cariñoso.

Por último nos gustaría hablar de la elección de los juguetes para los gatos, algo a tener muy en cuenta porque como hemos dicho no todos valen. Lo ideal al escoger un juguete es pensar en satisfacer los cinco sentidos del animal. Para el oído busca juguetes con sonidos (pero no demasiado que se asustarán), para el olfato busca juguetes ligeramente perfumados, para el tacto busca relieves, para la vista colores brillantes y para el gusto puedes de vez en cuando echar gotitas de alimentos que les gusten.