Como ya habrás comprobado, los gatos se sienten atraídos por las plantas de interior. Algunos de ellos las mastican, otros rascan la tierra, otros lo utilizan como “caja de arena”, etc. Para evitar este tipo de comportamientos con nuestras plantas de interior hay una serie de trucos que podemos probar. ¡Conozcámoslos!

En primer lugar queremos hablar de un comportamiento que puede esconder algo más grave detrás. Hablamos de los gatos que se comen las plantas. ¿Por qué este comportamiento? La causa de esta forma de actuar podría ser digestiva, por eso debemos prestar atención.

Si tu gato tiene acceso al exterior, seguro que más de una vez le has visto comer hierba y después vomitarla. Este tipo de comportamiento es relativamente habitual, y las plantas hacen la función de ayuda digestiva. Puede que la razón por la que el gato se coma las plantas del interior sea por lo mismo. Este problema podríamos subsanarlo comprando hierba especial para gatos.

Pero hay otros motivos que pueden provocar este comportamiento. Por ejemplo un desequilibrio de la dieta, con una cantidad insuficiente de fibra. Así que habla con tu veterinario si detectas este tipo de comportamiento.

Si nuestros gatos juegan con las plantas, los motivos pueden ser diversos. Debemos cuidar por ejemplo que el animal tenga suficientes juegos y distracciones en casa para no centrarse en jugar con las plantas. Este tipo de comportamientos puede deberse al aburrimiento.

Igualmente puede ser una forma de llamar la atención o una manera de canalizar el estrés. Piensa si el animal se siente intimidado por otro animal, si pasa muchas horas solo, si tiene pocas distracciones, si jugamos poco con él, etc. El estrés emocional puede manifestarse con hábitos destructivos.

Y una vez conocidos los problemas de comportamiento y las posibles causas, veamos como podemos resolver este problema.

El spray de agua es una opción muy difundida entre los usuarios, ya que recibir un chorretón de agua hace que el animal se pare en seco. Debemos rociarle siempre que le veamos acercarse a las plantas y debemos hacerlo sin que nos vean.

El uso de un repelente para gatos también puede servir. La última moda son los aerosoles repelentes con detección de movimiento. Aunque existen soluciones caseras que podemos probar, como las cáscaras de los cítricos (limón o naranja) o bolas de naftalina. A los gatos generalmente ese tipo de olores no les gustan.

Igualmente puedes optar por colocar en la tierra de la planta conchas, grandes piedras decorativas, piñas naturales, papel de aluminio, etc. Igualmente podemos probar a colocar palos de bambú para intentar impedir que el animal trepe por la planta.

Por desgracia cada gato tiene sus propios gustos y estos consejos no funcionan en el 100% de los casos. Tendrás que tener paciencia para encontrar el truco que funcione con tu mascota.